Las caídas de las bolsas muestran que de nuevo la incertidumbre se ha apoderado de los mercados. El miedo anda suelto y, aunque parece conjurado lo peor, todavía hay razones para la inquietud. EEUU dio un nuevo plazo a republicanos y demócratas para que intentasen ponerse de acuerdo sobre la reducción del déficit presupuestario. La fecha vence el 1 de marzo y otra vez surgen las dudas sobre si se abrirá de nuevo el abismo fiscal. Junto a ello preocupan las elecciones italianas y que Berlusconi tenga la más mínima oportunidad de rozar el poder. Tampoco ha gustado a los inversores que la Fed pueda revisar el programa de compra de activos. Significa que la economía va mejor, pero las inyecciones de liquidez crean adición en los mercados.
