Editoriales

Editorial: Reyal, el segundo imperio que cae

Reyal Urbis ha presentado la solicitud de concurso voluntario de acreedores ante la negativa de los bancos a refinanciar una deuda de 3.613 millones, en lo que supone el segundo mayor de la historia empresarial española, sólo superado por el de Martinsa-Fadesa (7.100 millones). En realidad, el imperio inmobiliario levantado por Rafael Santamaría debería haber echado el cierre en 2010, pero ha prolongado su lenta agonía dos años más gracias a incumplir el plan de pago con proveedores y con Hacienda, a la que adeuda 400 millones. Pero la situación resultaba insostenible, ya que los ingresos procedentes del alquiler de inmuebles eran insuficientes para atender el abono de los intereses de los créditos. Al cuarto intento de renegociar la deuda los bancos acreedores, con Santander y Banesto a la cabeza (530 millones), Sareb (707 millones), Popular (220 millones) y BBVA (120 millones) han decidido cerrar el grifo y realizar una liquidación ordenada de activos, cuyo valor de mercado es ahora inferior al del crédito con el que se financiaron.

El concurso apunta a un cambio de ciclo en las relaciones que la banca mantiene con las empresas promotoras, que en su conjunto deben refinanciar 6.500 millones en cuatro años. Una cantidad significativa que, unida a la falta de perspectivas del sector, dejará fuera de juego a alguna de las grandes que todavía deben renegociar su deuda. Ha llegado la hora, pues, de que la banca ayude a las empresas que ofrecen viabilidad y también de que deje caer a aquellas otras que lo único que hacen es elevar sus exigencias de provisiones. La reconversión de este sector exige que sólo salgan adelante aquellas empresas que han tenido flexibilidad para capear la situación.

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