Los ingresos en 2012 crecieron un 4,2%, una buena noticia frente a las caídas de años anteriores. Una victoria pírrica de Hacienda, gracias al balón de oxígeno que dio la economía al contraerse dos décimas menos -1,3%- de lo previsto por el Gobierno para el pasado año. Dio resultado el pago fraccionado en Sociedades, que adelanta recaudación; el incremento del IRPF y la subida del IVA, que compensaron el fiasco de la amnistía fiscal. 2013 será más complicado. Sin margen para nuevas subidas y sin que hasta fin de año se produzca cierta recuperación. No habrá más remedio que subir un punto el objetivo de déficit. Falta por ver que pasó con los gastos en 2012. En unos días constataremos que hemos quedado lejos del 6,3% previsto.