Juan José Güemes abandonó su cargo de consejero de Sanidad en Madrid en marzo de 2010, después de adjudicar a Capio un mes antes la gestión del hospital público de Móstoles. Durante dos años, según marca la ley, Güemes respetó la ley de incompatibilidades. Transcurrido este periodo (dos años y cinco meses) fue fichado para Unilabs, una filial del grupo Capio que ha comprado BR Salud, empresa adjudicataria del servicio de análisis clínicos. Todo se ajusta a la legalidad, no tanto a la ética. Güemes debe recordar que la mujer del César no sólo debe ser honrada, sino parecerlo. Estas actuaciones confunden y siembran la sospecha sobre la gestión público-privada. Un modelo que representa una buena alternativa, que se empaña con estos comportamientos.