El Tesoro concluyó la primera subasta de deuda de 2013 con cierta holgura, al conseguir los 5.000 millones previstos. La colocación generó menos demanda que la realizada en enero de 2012, pero a cambio se cerró pagando menos intereses, dado que el bono a diez años descendió del 5,13 al 4,90%, y el de dos años cayó del 2,39 al 2,11%. Pese a estas bajadas, la deuda española sigue siendo una de las más atractivas de Europa, por lo que cabe pensar que si el entorno no cambia sustancialmente el Tesoro tiene a su alcance conseguir los 210.000 millones que necesita. La influencia positiva que ofrece el paraguas protector del BCE está siendo un factor determinante para rebajar las tensiones y situar la prima más cerca de los niveles deseados.
