El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha vuelto a expropiar activos españoles, esta vez de Iberdrola, aprovechando las fiestas navideñas. Se trata de una operación similar a la llevada a cabo en mayo pasado con Transportadora de Electricidad, filial de Red Eléctrica (REE), cuyo justiprecio todavía no se ha acordado. La receta de Morales se semeja la empleada por la presidenta de Argentina con YPF: expropiar sin previo aviso, prometer una "remuneración justa" que nunca se produce y recurrir a la designación de una empresa supuestamente independiente, cuya misión es enfangar el proceso y dilatarlo en el tiempo. El deseo de REE de llevar su caso a un tribunal de arbitraje internacional es la mejor respuesta a una incautación próxima al expolio.
