Después de 14 meses consecutivos de salidas masivas, los inversores extranjeros han vuelto a confiar en España y colocaron en septiembre 31.000 millones en préstamos, depósitos y repos. A pesar de que en los nueve primeros meses el saldo neto arroja fugas de capital por valor de 216.174 millones, lo cierto es que supone un cambio de tendencia que llama a un optimismo mesurado y que deberá ser confirmada en los próximos meses. El aplazamiento del rescate por parte del Gobierno y la moderada caída que ha experimentado la prima durante las últimas semanas son dos valores al alza -temporales, eso sí-, que invitan a realizar inversiones de cartera, acciones y bonos con una rentabilidad todavía jugosa, que los inversores extranjeros quieren aprovechar.