El Gobierno aprobará el 16 de noviembre el decreto de puesta en funcionamiento del banco malo, que se denominará Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) y en el que no tendrán cabida las participaciones de las entidades en las grandes inmobiliarias. Una buena noticia para estas compañías, que así no estarán atrapadas por los precios del banco malo y podrán reestructurar su deuda. Sareb empezará a funcionar en cuanto se apruebe el decreto, pero hasta el 29 de noviembre no se definirá el precio de los activos. Esta cuestión es clave, porque el éxito o el fracaso del banco malo dependerá del precio, que ha de mantener el equilibrio para no perjudicar ni a los contribuyentes ni al sector financiero.