El Banco Popular asumirá unas pérdidas históricas este año de 2.300 millones y no repartirá dividendo en este segundo trimestre, otra decisión también excepcional, para hacer frente sin ayuda pública a una ampliación de capital de aproximadamente el 50%.
El consejo de Administración -con inmediatez y unanimidad- ha decidido apelar a sus accionistas para recabar 2.500 millones que les libren de los CoCos. Se trata de una operación arriesgada, como ha reconocido el director financiero de la entidad, Jacobo González Robatto, pero cuenta con el apoyo de una docena de bancos de inversión que aseguran la operación. Aún así, lo sucedido ha sido una sorpresa que los directivos del Popular deberían de haber previsto.