La subida de la tributación de las plusvalías a corto plazo en 2013 modifica una legislación que apenas ha durado seis años y que tuvo la virtud de unificar la tributación del ahorro. El cambio continuo de las leyes tributarias crea inseguridad, sin que pueda justificarse por su impacto recaudatorio.
Hacienda se ampara en el ataque a la especulación, pero todo hace pensar que el Ministerio de Montoro intenta desesperadamente encontrar ingresos donde sea porque no ven manera de atajar los gastos.
Lo previsible es que se obtenga un pobre resultado, porque son las sociedades las que realizan operaciones de elevado volumen. Se castigará a los pequeños inversores y se restará liquidez a un mercado deprimido. Otra subida de impuestos ineficaz.
