Editoriales

Editorial: Golpe a la neutralidad fiscal

Rajoy anunció ayer que las plusvalías generadas en menos de un año tributarán al tipo marginal del contribuyente en el IRPF, que va del 24,75 al 52 por ciento. Ésta será una de las novedades de los Presupuestos del Estado para 2013. La peor consecuencia de esta medida es que rompe la neutralidad sobre la fiscalidad del ahorro.

Es decir, las decisiones de los ahorradores vuelven a estar condicionadas fiscalmente según el tipo de producto en que depositen su dinero. La nueva tributación de las plusvalías a corto influirá negativamente en el mercado y dirigirá el ahorro hacia otros productos mejor tratados. La equiparación fiscal de los distintos instrumentos de ahorro entró en vigor en 2007 colmando antiguas aspiraciones de fiscalistas y ahorradores.

Ahora el Gobierno deshace el camino andado, al objeto de evitar movimientos especulativos. A partir de 2013, la venta de un inmueble o de unas acciones antes de un año en vez de tributar a un tipo que oscila entre el 21 y el 27 por ciento, como ahora, lo hará al tipo marginal del IRPF que corresponda. La medida añade incertidumbre en un momento ya de por sí suficientemente convulso.

Tampoco servirá para aumentar notablemente la recaudación, pues la mayor parte de las operaciones de compra de acciones la realizan sociedades, que no tributan por IRPF. Tiene razón Mariano Rajoy al decir que es prioritario cumplir con el objetivo de déficit, pero no hay que ofuscarse con el fin y sopesar bien los medios para alcanzarlo.

Las actuaciones en materia impositiva están respondiendo más a la urgencia de aumentar recaudación -no con demasiado éxito-, cuando se trata de gastar menos y de mantener las cosas que funcionan.

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