Banco Santander puso ayer en marcha la salida a bolsa de su filial mexicana en el mercado local y EEUU, en la que está considerada la mayor operación del país azteca. La entidad que preside Emilio Botín ingresará en torno a 3.400 millones de euros. Esta operación se enmarca en un plan de autonomía de filiales a cinco años, que ya es realidad en Brasil, Chile, Polonia y Banesto en España; continúa ahora en México, y se completará con la salida a bolsa de las filiales de Reino unido, Argentina, EEUU y Portugal. Esta mayor autonomía tiene como objetivo minimizar el peligro de contagio, dar más visibilidad a la marca Santander y obtener más recursos y capacidad de maniobra. Fortalezas de las que ha hecho gala esta entidad durante la crisis.