El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, respondió ayer al presidente griego Samarás que hasta octubre no podrán contestarle sobre la ampliación de plazo que solicita para poder cumplir sus compromisos. Todo hace prever que el viernes Samarás va a obtener la misma respuesta de Merkel, pues tanto la UE como Alemania quieren conocer antes de tomar una decisión el informe de la troika sobre Grecia, que se revelará en octubre. Además, Merkel está sufriendo presiones en sentidos opuestos dentro y fuera de su partido. No obstante, los líderes europeos deben decidir rápido si apuestan por la permanencia o la salida de Grecia del euro. En ambos casos la solución es muy costosa para todos, pero la salida puede provocar un maremoto en el Mediterráneo.