Pese a la destrucción de empleo, las multinacionales de la distribución y los servicios se han propuesto desafiar la crisis y la caída del consumo con nuevas inversiones, que permitirán reactivar el mercado laboral. La apuesta no es casual y está ligada a dos sectores que llevan aquilatando sus costes de explotación desde hace tiempo, para poder hacer frente a la competencia y adaptarse a las necesidades del consumidor en materia de precios.
Frente a otras grandes compañías que han optado por reducir su presencia justificándose en el incierto panorama económico, común en realidad a toda europa, las de distribución y servicios han sabido buscar nuevos nichos de mercado y mejorar su competitividad para seguir creciendo.