Editoriales

Editorial: Esfuerzos que pueden ser baldíos

Ni el rescate para sanear el sector financiero, ni el mayor plan de ajuste de la democracia aprobado el pasado viernes por el Gobierno han conseguido aplacar las fuertes presiones que los mercados llevan ejerciendo sobre la maltrecha economía española durante los últimos meses. La prima de riesgo rebotó hasta los 558 puntos y la bolsa perdió el 1,99% de su valor, afectadas por el negativo informe de perspectivas económicas hecho público ayer por el FMI, que entre otros aspectos contempla un amplio incumplimiento de los objetivos fiscales establecidos para 2012 y 2013, así como un sustancial aumento de la deuda pública.

A falta de ser revisado con las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros, el "Monitor Fiscal" del organismo apunta una contracción del PIB del 1,5% para este año, frente a la caída del 1,8% anticipada en abril y a la previsión de un retroceso del 1,7% del Gobierno, lo que supone el peor dato entre las grandes economías europeas. Si el día después del inmenso sacrificio impuesto por el Gobierno a los ciudadanos españoles todo sigue igual, cabe plantearse la utilidad de las drásticas medidas adoptadas. ¿Para qué sirve apretarse el cinturón hasta el último agujero si los mercados no reconocen este esfuerzo asfixiante?

La respuesta a esta lenta agonía sólo la tiene el BCE. Y también la solución, que ineludiblemente pasa por la compra de deuda pública. El Gobierno ha cumplido las implacables exigencias del Eurogrupo y se ha cargado de razón ante sus socios europeos, pero necesita el imperioso respaldo del BCE para poder seguir respirando y evitar que las calles sean ocupadas por ciudadanos indignados, que cuestionan el sentido de los recortes.

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