Cristóbal Montoro reconoció ayer por primera vez, después de haberlo negado durante meses, que el Ministerio de Hacienda prepara una subida del IVA y de los tributos relacionados con la energía y el medio ambiente. No se entiende por qué el Ejecutivo se somete a sí mismo al desgaste político de negar durante meses la adopción de una medida -la subida del IVA-, que la Unión Europea había incluido entre sus recomendaciones y que al final se sabía inevitable. Tal vez porque la política fiscal que había planteado el Gobierno no coincide con lo que se hace en el resto de la UE y especialmente en los Estados intervenidos y eso es lo que no se quiere admitir: que es Bruselas quién dicta las directrices a seguir. Tardar en entenderlo sale caro.