Editoriales

Editorial: Un rescate blando como alternativa

Si el interés que España paga por su deuda continúa en el entorno del 7%, la situación se volverá insostenible en poco tiempo para las cuentas públicas. Éste es el escenario que planteó ayer Rajoy en la cumbre de la UE. El país está abocado al rescate, pero puede haber una diferencia de matices importante, que afectan a las formas y que en política adquieren especial relevancia. Alemania podría aceptar un rescate blando, sin una troika explícita, pero con control y, desde luego, con la aplicación de todas las reformas que exige Bruselas: subir el IVA, disminuir el número de funcionarios o bajar sus sueldos, reducir las pensiones, profundizar en la reforma laboral...

Es posible que Merkel ofrezca a Rajoy esta posibilidad como vía para solucionar el problema económico guardando las formas políticas. El resultado de las intervenciones en Grecia, Irlanda y Portugal, como se ha visto, aumenta el euroescepticismo, se vuelve contra los partidos gobernantes y modifica la estructura de poder con el peligro del resurgimiento de los extremismos. Las opciones de gobiernos tecnócratas tampoco son buena solución. Para España, un rescate blando es una alternativa interesante. De cualquier forma, el Gobierno va a hacer importantes anuncios en las próximas semanas -las medidas duras a las que hizo mención el presidente el pasado lunes ante la asamblea de CEOE-, porque tampoco se puede dejar pasar mucho tiempo si Montoro quiere cumplir con el objetivo de déficit. Meta bastante complicada: el desfase alcanzó en mayo el 3,4% del PIB, cuando el límite para todo el año es del 3,5%. La situación económica es crítica y justifica un nuevo ajuste aún más duro que el Gobierno aprobará en julio.

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