Cerca de un millón de personas secundaron ayer en distintas capitales de provincia las 80 manifestaciones convocadas por UGT y CCOO. La cifra de asistentes facilitada por el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, no coincide con las estimaciones policiales, pero sí refleja un mayor seguimiento en comparación con 2011, cuando la plataforma 15-M fue la que realmente canalizó el enfado contra el Gobierno. Aún así, dado el elevado nivel de desempleo y el pico de crisis, era de esperar un mayor seguimiento. Los sindicatos han perdido tirón y empezaron a decaer en la anterior legislatura, cuando se mostraron poco críticos con Zapatero. Tienen que plantearse seriamente que el diálogo es la vía para reforzarse y recuperar su papel de interlocutores.