Posiblemente Luis de Guindos se podría haber ahorrado una foto tan explícita como la que le hicieron ayer en Bruselas con Jean-Claude Juncker, si el Gobierno no hubiese flaqueado con el cumplimiento del objetivo de déficit. Rajoy debe pensar que no ceder en las reformas y recuperar la confianza exterior es prioritario frente al interés de su partido en las elecciones andaluzas. Lo que Europa y los mercados esperan de España es seriedad y decisión en el cumplimiento de los compromisos.
Las buenas formas de Schäuble antes del Ecofin no libraron ayer al Gobierno español de tener que dar explicaciones de su decisión de relajar el déficit en 2012, cuando todavía no ha presentado el presupuesto. Una vez más, una imagen vale más que mil palabras.