BBVA absorberá Unnim por un euro. Pero antes la entidad catalana recibirá una inyección de 954 millones de euros para poner sus cuentas en orden. Y a esto se añadirá un esquema de protección de activos que cubrirá durante 10 años el 80% de las pérdidas que afloren en su cartera inmobiliaria y otros créditos hasta un máximo de 4.800 millones sobre un balance de 29.000 millones. Aunque esta vez se trata de una subasta competitiva y se ha brindado a la mejor oferta, las cifras son parecidas a las de la CAM, que ya entonces se consideraron generosas. No en vano, contrastan con el escenario más probable que barajaba ayer una consultora, que elevaba el agujero a los 2.000 millones.
Rajoy tiene que abonar el cheque para conseguir que las entidades sanas vayan tragándose el resto, pese a que afirmase que no iba a poner un euro para sanear el sistema financiero. Desde luego, esta vez al menos se evita que haya fusiones entre cajas débiles con ayudas públicas y sin cambiar los gestores. En este caso, la entidad que preside Francisco González se hace con una red de sucursales en una zona que le interesaba, Cataluña, y sobre todo se quita de en medio a la hora de que le adjudiquen otra compra, pues ya ha hecho de momento su favor patrio al sistema financiero español. El banco reúne de sobra el tamaño, la solvencia, diversificación y grado de profesionalización como para encajar la catalana sin dificultades. Queda por ver qué pasa con Banco de Valencia, Novacaixagalicia, Caixa Catalunya y alguna más que surja. ¿Podemos permitirnos ir haciendo esto con semejantes incentivos? Parece que hay un interés en quitarse los problemas por la vía de la patada hacia adelante. ¿No sería más apropiado crear un banco malo y gestionar a partir de ahí?