Banca Cívica será la primera entidad financiera que experimente la flexibilidad de la reforma laboral y no lo hará con los 1.500 despidos que hasta ahora parecían inevitables. Por el contrario, la entidad ha ofrecido a sus empleados cambios de condiciones de trabajo, rebajas salariales y ERE temporal. BMN ha tomado la misma iniciativa y propone, además de reducir un 5 por ciento la masa salarial, la suspensión rotatoria de contratos durante tres meses en el plazo de dos años.
Es muy significativo que todo esto se produzca tres semanas después de que se firmara el convenio del sector, que con la reforma se queda en papel mojado. Empresa y trabajadores ganan con decisiones realistas, antes que empeñarse en cumplir acuerdos que sólo conducen a la cola del paro. La diferencia es que ahora ya pueden hacerlo.
