Francisco Luzón se prejubila del Santander cobrando 70 millones. El número tres de la entidad es uno de los responsables de la brillante expansión desarrollada en Latinoamérica y que supone el principal activo del banco. Su labor ha generado gran lucro para el accionista. Por otra parte, este periódico nunca ha defendido los topes a las retribuciones, y creemos que el talento y el esfuerzo debe ser recompensado. Sin embargo, tal remuneración en un sector financiero que no está exento de responsabilidades en esta crisis y que depende de un banco central emisor de monedas hiere, comprensiblemente, sensibilidades. La nueva etapa exige que las entidades se planteen mayor moderación salarial, más transparencia y que los accionistas voten una por una las retribuciones por amplia mayoría.