El desequilibrio de las comunidades autónomas ha contribuido a que el déficit estatal ronde el 8%. Son, en parte, la causa de recorte de 8.900 millones.
Y tienen la llave para que España pueda cumplir con Bruselas y rebajar al 4,5% el déficit para este año. Hacienda les ha echado un primer salvavidas de 2.000 millones al subir el IRPF, cuya recaudación se distribuye al 50% entre Estado y autonomías.
Reparto que lograron en el actual sistema de financiación y que les ha animado a mantener el gasto. Ahora llega el momento de que racionalicen mucho una estructura diseñada durante la bonanza para la inversión y que gestiona la Educación y Sanidad. Y que pongan coto a muchos excesos. Para ello, se precisa más transparencia sobre las cifras.