Año nuevo, pero los mismos problemas. El euro se la juega en el próximo cuatrimestre. Italia acumula la mitad de sus vencimientos para 2012 entre enero y abril, unos 158.000 millones, que además se tendrán que refinanciar a unos intereses elevados.
Y pese a que lograse cubrir sus peticiones de capital de la semana pasada, la demanda no fue tan alta, por lo que no se ha despejado la incertidumbre.
¿Precisará Roma más ayuda externa que las puntuales compras de bonos del BCE? Si los inversores se convencen de que hay un riesgo real de impago y el BCE presidido por el italiano Draghi se muestra reacio a ampliar su asistencia, Italia tendrá que solicitar el auxilio del fondo de rescate europeo y del FMI.
¿Serán entonces suficientes las cantidades recabadas por ahora, sobre todo al añadir las necesidades de otros países? Y en el caso de que no lo sean, ¿estarán dispuestos alemanes y potencias emergentes a aportar más dinero? Demasiadas dudas, por ello es vital que Italia tome medidas.
Durante todo el año, los Estados del euro habrán de conseguir 1,25 billones de euros en los mercados. Y a ello hay que sumar las emisiones de capital del sector privado, en especial de una banca que al menos ha logrado el alivio del BCE con sus préstamos a 3 años. Respecto a España, nuestras arcas públicas tienen que hacer frente a 150.000 millones de euros en 2012.
El sector privado español podría aprovechar que la prima de riesgo se ha relajado para volver a realizar emisiones al inicio del año, porque no está de ningún modo asegurado que la actual tranquilidad continúe.