Para no subir ya el recibo del gas y aplazarlo al menos hasta julio, PSOE y PP han pactado un artificio legal. Aprovecharán la rebaja en el precio obtenido en la subasta de la materia prima para congelar la factura al ciudadano. ¿No les suena esta práctica a algo similar a lo que se hace con la electricidad y que ha degenerado en un enorme agujero llamado déficit de tarifa eléctrico porque no se abona el coste de producción? De este modo, podrán aparcar un déficit en el gas valorado en 294 millones y que se habrá de pagar más adelante y con intereses. ¿Y no dijo Rajoy que el déficit de tarifa es uno de los principales problemas? Esperemos que no sea ésta la tónica general en el nuevo Ministerio de Industria si queremos arreglar un modelo energético mal diseñado y que precisa severos ajustes.