El ministro de Hacienda y AAPP afronta una de las más arduas tareas del nuevo Gobierno: la reconducción del déficit, lo que exige embridar los desfases autonómicos y afrontar la peor cara de las cifras de la Seguridad Social, con cinco millones de parados y el desempleo de larga duración enquistado. Existe una preocupación creciente en torno a la corrección de estos desequilibrios, sobre todo en las CCAA. Y los ajustes, dolorosos, no sólo implican recortes; también racionalización y reformas, un frente que Montoro quiere enarbolar. Volver al crecimiento con tijeretazos en marcha exige reordenar competencias, repensar las administraciones, eliminar duplicidades y cuestionar partidas. Se trata de una reprogramación integral hacia el equilibrio y la disciplina, y no de una mera cirugía de gastos.
