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La electricidad limita la Inteligencia Artificial

  • Los centros de datos demandarán en EEUU en 2026 entre el 5% y el 6% del total
Inteligencia Artificial

La explosión de la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) se produjo en 2023 y ha continuado en 2024. La Inteligencia Artificial Generativa se basa en tecnologías de aprendizaje automático que tienen la capacidad de crear contenido nuevo de audio, imagen e incluso vídeo en respuesta a consultas de texto o voz, en base a procesos de entrenamiento y aprendizaje.

En comparación con una simple consulta al buscador de Google, las preguntas a los sistemas de IAG requieren mucha más capacidad de computación y, por tanto, una inversión significativa en equipamiento (hardware), principalmente a través de Centros de Procesamiento de Datos (Data Centers) y utilización de la "Computación en la Nube" (Cloud Computing). Una consulta a ChatGPT consume diez veces más energía que una búsqueda en Google.

Cuatro de las cinco empresas estadounidenses con mayor valor (capitalización bursátil) se benefician muy directamente del desarrollo y crecimiento de la IAG: Microsoft, Alphabet (Google) y Amazon mantienen una cuota de mercado agregada de "Computación en la Nube" (Cloud Computing) del 50% a nivel global: 10%, 10% y 30%, respectivamente; NVIDIA por ser el principal fabricante de semiconductores utilizados para la IAG ha multiplicado su valor por 6,5 veces en apenas 16 meses.

Apple y Meta no se benefician directamente de la IAG como proveedores de infraestructuras, pero han invertido cientos de millones en IAG para hacer más eficientes sus procesos y los servicios ofrecidos. Meta espera invertir este año cerca de 40.000 millones de dólares en semiconductores y en rediseñar sus centros de datos para poder continuar desarrollando sus propias herramientas de IAG. Apple, en lugar de invertir en sus propios Centros de Datos, utiliza Centros de Datos de terceros.

Dicho lo anterior, la disponibilidad de electricidad es un limitante del desarrollo de la IAG y los Centros de Procesamiento de Datos asociados. Las proyecciones de demanda de electricidad en EEUU para los próximos cinco años se han doblado desde las estimaciones de hace apenas un año. Gran parte del aumento de demanda proviene de los nuevos Centros de Procesamiento de Datos para el desarrollo de la IAG, de las nuevas plantas manufactureras que recibirán ayudas estatales y de las previsiones de transición hacia el vehículo eléctrico.

Después de años de insuficientes inversiones en la red eléctrica, tanto EE. UU. como Europa corren el peligro de sufrir cuellos de botella en el suministro eléctrico. El pasado año EEUU alcanzó el 94% de utilización de la red y en el caso europeo incluso fue superior. Teniendo en cuenta el aumento esperado de Centros de Procesamiento de Datos y Computación en la Nube en estas regiones, el peligro de insuficiencia de la red eléctrica no es despreciable.

En la UE y en EEUU se estima que en 2026 la demanda de electricidad de los Centros de Procesamiento de Datos suponga entre el 5% y el 6% del total de la demanda eléctrica. En países con elevado peso de empresas tecnológicas como Irlanda, los Centros de Datos pueden llegar a suponer un tercio del total de la demanda eléctrica.

Las inversiones en nuevas plantas de energía tardan hasta cuatro años en ponerse en marcha. Las inversiones en la red de transmisión eléctrica incluso más. La demanda de electricidad aumentará más rápido que la oferta.

Las empresas tecnológicas son tan conscientes de la limitación de la falta de electricidad para el desarrollo de la IAG que han comenzado a diversificar sus inversiones destinando parte de ellas a realizar significativas inversiones en infraestructura energética. A modo de ejemplo, Alphabet y Meta están invirtiendo directamente en plantas de energía renovable. Amazon ha financiado una planta eólica en el Reino Unido, comprando toda su producción energética.

Las fuentes de energías renovables son intermitentes. No se puede contar con que el sol y el viento produzcan energía de forma permanente. Los Centros de Procesamiento Datos necesitan un suministro de energía ininterrumpido. Por lo tanto, hasta que no exista una solución de almacenamiento energético a través de baterías fiable y contratado, seguirá existiendo una dependencia significativa de energía fósil (petróleo, gas y carbón).

El aumento de la demanda de materiales necesarios para las energías renovables como el cobre o el níquel parece imparable, suponiendo una nueva amenaza para la inflación. Tras las fuertes revalorizaciones de las empresas tecnológicas por la IAG, ahora le puede tocar el turno a beneficiarios secundarios del boom de la IAG, como las empresas energéticas y las de materias primas como el cobre.

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