El comité se concentra a las puertas de la fábrica para impedir la salida de material
BARCELONA, 21 (EUROPA PRESS)
El fabricante de asientos Esteban Ikeda (Eisa) solicitó hoy concurso de acreedores ante el juzgado mercantil de Barcelona alegando una incapacidad para afrontar sus deudas por la caída de los pedidos después de que su único cliente --Nissan-- haya reducido sus volúmenes de producción.
En un comunicado remitido por la empresa, subrayó que la reducción "drástica" de la producción por parte de su cliente desde principios de 2008 ha provocado un "desequilibrio financiero" que impide a la compañía asumir sus deudas, a pesar de la inyección de cinco millones aportada por los accionistas para intentar aliviar la situación.
Esta medida afecta a toda la plantilla de la fábrica de El Prat de Llobregat (Barcelona), formada por 260 personas, que ahora mismo ya se encontraba suspensión temporal de contratos hasta el 31 de marzo para adecuar su producción a las previsiones del fabricante de automóviles.
Esteban Ikeda es fruto de una 'joint venture' de la multinacional del sector Johnson Controls --que produce componentes electrónicos para los interiores de automóviles-- y el fabricante de asientos español para el transporte público Asientos Esteban.
La compañía aseguró que, a partir de la solicitud del concurso, los términos y condiciones de cualquier medida relacionada con los empleados o la continuidad de la producción "se someterán a la autoridad del juez" y aseguró que la dirección trabajará "estrechamente" con la administración para cerrar progresivamente y de forma "ordenada".
RECHAZO DEL COMITE
Fuentes de UGT en el comité de empresa expresaron a Europa Press su rechazo a una medida que consideran que "se aprovecha de la situación" del sector en lugar de plantear otras alternativas como, en caso necesario, negociar una reestructuración de la plantilla.
Los responsables de CGT en el comité aseguraron a Europa Press que la dirección de la compañía ha actuado "de mala fe" al comunicarles la decisión de cerrar "sin darnos ningún tipo de documentación que lo justifique".
Además, advirtieron de que esta decisión supone "el inicio de un drama" porque puede dar pie a una "cascada" de concursos entre empresas de componentes en Catalunya. "Este anuncio marca un punto de inflexión entre un panorama lleno de ERE temporales, que son vistos como el mal menor", señalaron las mismas fuentes.
Ante esta situación, el comité de empresa en pleno se desplazó hasta las puertas de la factoría de El Prat, donde les impidieron la entrada a las instalaciones. No obstante, aseguraron que permanecerán allí para impedir que salgan productos para servir la cadena de producción de Nissan.
"Esto ha sido una jugada sucia y no vamos a permitir que salga ni un sólo asiento", advirtió el comité, que recordó que la plantilla estaba llamada a trabajar tres días la próxima semana, pero que la empresa les anunció que no habrá actividad.
"Nos dejan tirados y quieren que nos busquemos la vida", criticaron, por lo que aseguraron no tener más remedio que "luchar por los puestos de trabajo", muchos de los cuales ocupados por trabajadores mayores de 50 años, de difícil recolocación.
