
La economía estadounidense se ha "debilitado enormemente a causa de la avaricia y la irresponsabilidad de algunos", declaró este martes el nuevo presidente estadounidense, Barack Obama, en su discurso de investidura. Obama también culpó de la situación financiera a la "incapacidad colectiva para tomar las decisiones necesarias para preparar a nuestro país a una nueva era", en su primer discurso como presidente en la escalinata del Capitolio en Washington.
"Un país no puede prosperar durante mucho tiempo favoreciendo solamente a los más prósperos", advirtió.
"El estado de nuestra economía exige una acción audaz y rápida y nosotros la emprenderemos, no solamente para crear empleos sino para sentar nuevas bases para el crecimiento", prometió el 44º presidente estadounidense, que prepara un masivo plan de reactivación evaluado en 825.000 millones de dólares.