LONDRES, 20 (EUROPA PRESS)
La inflación en Reino Unido experimentó el pasado diciembre un recorte de un punto respecto al mes anterior, hasta situarse en el 3,1%, por encima, todavía, del objetivo del 2% fijado por el Gobierno y cuyo incumplimiento ha obligado al gobernador del Banco de Inglaterra (BoE) a contactar en varias ocasiones con el ministro del Tesoro para informarle de la situación.
La evolución de los precios experimentó una bajada menor de la esperada inicialmente, ya que aunque el recorte de 2,5 puntos del IVA hasta el 15% mínimo de la Unión Europea ha dado resultado, el coste de la comida, el gas y la electricidad ha impedido materializar las previsiones, que apuntaban a un índice del 2,7% para el último mes del año.
Esta evolución por debajo de las expectativas incrementa la posibilidad de nuevos recortes de tipos por parte de la Comisión de Política Monetaria, que en el último trimestre del año acometió una bajada paulatina del 5% al 2% y que completó en este inicio de 2009 con medio punto adicional, hasta el 1,5%, lo que situó el valor del dinero en el nivel más bajo de los más de tres siglos de historia del Banco de Inglaterra.
Con todo, los analistas aseguran que se mantiene el riesgo de que, este mismo 2009, la economía británica entre en deflación, período de devaluación de precios que suele seguir a un proceso continuado de inflación. Así, el 3,1% de diciembre es la tasa más baja desde abril de 2008.
Aún así, el secretario financiero del Ministerio del Tesoro, Stephen Timms, subrayó que la reducción es "obviamente bienvenida" y la atribuyó a la rebaja del IVA acometida por el Gobierno para estimular el gasto, especialmente en el período navideño.
Sin embargo, estas medidas para animar al consumo podrían topar con la amenaza de la deflación, que conduciría a los usuarios a retrasar compras ante la perspectiva de que los precios sean más bajos a medio plazo.