Economía

La crisis paraliza el crecimiento de China: la fábrica del mundo se frena

Hasta mitad de enero no sabremos a ciencia cierta cuál es el verdadero alcance del cortocircuito que sufre la economía china, pero parece evidente que la salud del gigante asiático está cada vez más deteriorada. En esas fechas Pekín hará público el dato de crecimiento registrado en el cuarto trimestre de 2008, que a la luz de los acontecimientos promete ser jugoso.

Recordarán que hasta septiembre se intuían con claridad las turbulencias económicas, pero no fue hasta la caída de Lehman Brothers cuando se desató la tormenta perfecta.

Crecimiento al 5%

Así que el citado dato oficial capturará, por primera vez, el estado de cosas ahora que la crisis está en plena efervescencia. Pero más importante aún es que marcará la tendencia de la economía china en este año fatídico que acaba de empezar.

Hace días el Fondo Monetario Internacional (FMI), simpatizante habitual de la causa china, sorprendió a propios y extraños con una predicción futura ciertamente preocupante para China. En 2009, pronosticó, el crecimiento de la cuarta economía del mundo rondará el 5%.

El dato dibuja la sombra de una crisis que se cierne ya de forma irreversible sobre el milagro chino. Pero, a propósito del rumbo que tomará la economía, los expertos discrepan abiertamente. El Gobierno chino, desde luego, no vislumbra una deriva tan acusada como prevé el FMI y vaticina un crecimiento en torno al 8%. Dragonomics, empresa de investigación económica, coincide: "La historia reciente revela que es muy difícil que el crecimiento chino se hunda más allá del 6%", reza su último informe trimestral.

Crisis más manejable

Y recuerda que en los peores momentos de los últimos 30 años -la masacre de Tiananmen y la crisis asiática de 1997-, el Producto Interior Bruto (PIB) siguió engordando a un 8% anual.

"En comparación, la situación actual parece más manejable" que entonces, apunta Dragonomics. Frente a este argumento, otros analistas advierten que la drástica caída de las exportaciones tendrá un impacto mucho mayor que durante la crisis asiática, ya que la dependencia que la economía china tiene del comercio exterior se ha incrementado en la última década.

Además, apuntan, en 1998 el resto del mundo no sufría una crisis del calibre de la actual. Hu Xingdou, economista del Beijing Institute of Technology, reconoce a este diario que una ralentización hasta el 5% sería un verdadero desastre en términos de empleo. "Para China un ritmo así equivale a crecimiento cero en un país desarrollado", explica.

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