La familia estrena equipamiento, motores más potentes y ligeros retoques de estilo
El Mercedes Clase E anuncia mejoras a partir de junio. Las principales novedades afectan sobre todo a su equipamiento, pero también se ha retocado el diseño y se han incluido mecánicas más potentes. En el exterior, los leves cambios han modificado la parrilla, el paragolpes delantero, los retrovisores y los faros. Dentro, se utilizan nuevos materiales de revestimiento, tapicerías y colores. El volante de cuatro radios con mandos tiene un diseño distinto. Todas las versiones poseerán ahora una dirección un diez por ciento más directa y unos nuevos casquillos en la suspensión. El manejo del cambio de marchas manual de seis velocidades también se ha mejorado.
Faros adaptativos
Con respecto al equipamiento, ahora el Mercedes Clase E incluye unos faros adaptativos con nuevas funciones y unas luces de freno de intensidad variable. Las cortas aumentan el campo de visión en 10 metros, las largas brindan dos modos de funcionamiento dependiendo de la velocidad y las de freno utilizan diodos luminosos variables al frenar bruscamente. También incorporan dos sistemas de seguridad pasiva denominados Pre-Safe y Neck-Pro. El primero reconoce un posible accidente antes de que se produzca, poniendo en marcha una serie de medidas de protección para los ocupantes delanteros y traseros. Por su parte, el sistema Neck-Pro es un reposacabezas activo, diseñado para disminuir las lesiones cervicales en caso de que los pasajeros reciban un golpe en la parte trasera del vehículo.
De los diez motores disponibles en la gama, seis son nuevos o han sido modificados. El de gasolina de la versión 200 Kompressor y los diésel 200 y 200 CDI son ahora más potentes (184, 136 y 170 CV, respectivamente) y el 320 CDI tiene un par máximo mayor. En el E 500 se ha reemplazado el motor anterior por el V8 de 388 CV, que lleva el Clase S, y la versión AMG (E63) ahora tiene un V8 con 514 CV.