Economía

La fatiga exportadora ya se nota, con un 0,2% menos de ventas en mayo

Imagen: iStock.

Mala señal para España. Las exportaciones de bienes y servicios retrocedieron en el mes de mayo un 0,2 por ciento anual, una cantidad insignificante porque nuestras ventas siguen cerca de máximos históricos, pero que se traduce en un síntoma inquietante: la herramienta que mejor refleja el cambio económico que ha vivido el país en los últimos años amenaza con estancarse.

Ello, además, en un contexto de graves incertidumbres mundiales por la guerra arancelaria y con una economía europea renqueante, por debajo de las expectativas.

Corregido el dato del efecto calendario, las ventas al exterior también bajaron el 0,2 por ciento. El Ministerio de Economía aseguró, a través de una nota, que la caída "es de la misma cuantía que la registrada en la zona euro", y que Alemania y Francia presentaron retrocesos más severos que el español, e incluso la ministra Nadia Calviño aseveró tras el Consejo de Ministros que confía "en un buen ritmo" de las exportaciones a lo largo del 2019. Pero, de momento, el acumulado hasta mayo refleja un crecimiento de apenas el 2,8 por ciento, una tasa que se queda por debajo de la del incremento del PIB, que sigue en el 3 por ciento según los datos más recientes. Y eso resulta inédito desde el año 2008.

Cabe decir, además, que el parón exportador impacta de lleno en el déficit comercial. Si bien éste parámetro continúa a años luz del que reflejaba España antes de la crisis (llegó a rondar los 100.000 millones de euros), al término de mayo había crecido nada que el 23,5 por ciento respecto a los cinco primeros meses del año pasado. Supera los 12.000 millones de euros y refleja, preocupantemente, una vuelta a costumbres pasadas que no resultaron buenas: un Estado que crece más gracias a la demanda interna que a las ventas de las empresas. Este periódico ya publicó el pasado lunes que, desde enero, la aportación del sector exterior al PIB es nula desde enero, alertado por un informe del Banco de España que así lo advertía.

Problemas para diversificar

En cuanto a las zonas geográficas, las exportaciones dirigidas a la Unión Europea representan el 66,7 por ciento del total, con un crecimiento interanual en mayo del 3,1 por ciento. Y las ventas dirigidas a la zona euro, que representan el 52,4 por ciento del total, mejoraron el 3,5 por ciento, un dato meritorio teniendo en cuenta que el PIB de nuestros socios lleva resintiéndose desde principios de año por las tensiones comerciales.

Pero la estadística de Economía refleja otro problema, y es el de la diversificación: a las compañías españolas les cuesta vender fuera de la UE, y aumentan su presencia muy poco a poco. En este caso, las exportaciones a terceros países crecen el 2,3 por ciento, con datos muy pobres en Asia y cierta ralentización en Latinoamérica (ligero aumento del 3,2 por ciento). Todo ello pese a los esfuerzo ímprobos de la Comisión por cerrar acuerdos comerciales: con Canadá -el polémico CETA- se firmó el año pasado y está en vigor; con Japón se acaba de rubricar, hace solo unos días; y con México se mejoró el existente hace tan solo tres meses. Ahora, además, se han abierto negociaciones con Australia y Nueva Zelanda.

Las compras, mientras tanto, siguen reflejando gran vigor. En mayo avanzaron menos, un 2,5 por ciento, pero en el acumulado de enero a mayo lo hacen el 4,4 por ciento, muy por encima del avance económico. En los últimos 12 meses superamos los 307.000 millones de importaciones, una cifra nunca antes registrada.

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