El Gobierno ha rebajado los impuestos a todos los empleados de la banca, incluidos altos directivos y accionistas. Según publica hoy el diario El Mundo, el Ejecutivo ha incluido un Real Decreto de prevención de fraude fiscal, que modifica la regulación del IRPF, a través del cual se reduce la fiscalidad sobre los rendimientos del capital mobiliario -dividendos, primas, obligaciones, préstamos, compras de bonos, etc-. La rebaja fiscal a banqueros, además de "ilegal", tendrá un coste "tremendo".
Así, los beneficiados podrán tributar en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas a un tipo reducido del 18%, que hasta ahora estaba destinado sólo a la renta del ahorro, en lugar del 43% que anteriormente gravaba estos ingresos cuando se recibían en las cuentas y depósitos que empleados, directivos y accionistas tenían en su propia entidad.
Antes de esta modificación, todas las rentas de capital tributaban al 18% a excepción de las percibidas de las personas vinculadas a la entidad. Tal y como explica el Ministerio de Economía y Hacienda al rotativo, "es para permitir que perciban personas vinculadas con entidades de crédito -como empleados, administradores o consejeros- por la retribución de sus cuentas corrientes tributen como cualquier otro contribuyente, dado que el objetivo específico de tales entidades es captar fondos procedentes del público, entre los que deberían encontrarse los propios administradores de la entidad".
Sin embargo, según expertos consultados por El Mundo, en la actualidad la generalidad de los empleados 'rasos' de la banca ya tributan al 18% por los intereses en sus cuentas.
La modificación, que ya existía en Navarra y País Vasco, se introdujo en el Real Decreto 1804/2008 el pasado 3 de noviembre y tiene carácter retroactivo al 1 de enero de 2008. "Se hace por razones de competencia y neutralidad fiscal", añade Hacienda.