
Los gobiernos de Grecia y de la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM) llegaron un acuerdo para que esta pase a llamarse República de Macedonia del Norte. El pacto llegó tras una conversación telefónica entre el primer ministro griego, Alexis Tsipras y su homólogo macedonio, Zoran Zaev.
Durante la existencia de Yugoslavia los griegos no habían puesto objeciones a la existencia de una República de Macedonia en el seno de la federación. Sin embargo, Grecia reclamó el nombre de Macedonia en propiedad al convertirse ARYM en 1991 en el estado más pequeño surgido del desmembramiento de la antigua Yugoslavia.
Skopje utilizó el concepto de "República de Macedonia" y Atenas la acusó de querer apropiarse de su pasado, incluso de tener aspiraciones territoriales. Disponía de un arma contundente: o Macedonia cambiaba de nombre o mantendría el veto para evitar que Skopje entrara en la Alianza Atlántica y la Unión Europea. En respuesta el Gobierno nacionalista de Skopje provocaba a los griegos llamando "Alejandro Magno" a calles, puentes y aeropuertos. Con todo se vio forzada a aceptar de forma provisional la sigla de ARYM (más conocida en su versión inglesa, FYROM).
El objetivo del compromiso
El objetivo del compromiso logrado es que, con el nuevo término, se diferencie Macedonia del Norte de la provincia griega de Macedonia. A cambio, Atenas retirará sus vetos para que Skopje pueda ingresar en la OTAN y la UE. Grecia quiere deshacerse de la imagen del poderoso que bloquea al indefenso.
El socialdemócrata Zaev y el izquierdista Tsipras lo consideran un buen acuerdo aunque se enfrentan al nacionalismo de sus respectivos países. La disputa, que se prolonga desde hace 27 años, es un asunto muy sensible a ambos lados de la frontera. No ha sido bien recibido que temas de tanta importancia se discutan por teléfono.
Al informar a su presidente, Prokopis Pavlopulos, Tsipras dijo que cumplía con todas las condiciones impuestas por Atenas. En especial que el nombre compuesto pactado se utilizará erga omnes, es decir, tanto dentro como fuera de los fronteras de ARYM para impedir que el vecino siguiera utilizando en su territorio su nombre constitucional, República de Macedonia. Tsipras ha destacado que de los 140 estados que hoy reconocen al país balcánico como Macedonia lo harán a partir de ahora como "República de Macedonia del Norte". Aseguró asimismo que "garantiza el patrimonio histórico de la herencia cultural de la antigua Macedonia griega", cuna de Alejandro Magno y cuya capital, Salónica, es la segunda ciudad de Grecia.
Polémicas
El premier macedonio, Zaev, si bien ha dicho sí a una enmienda de la Carta Magna se enfrenta a su presidente, Gjorge Ivanov, quien ha adelantado que no la aceptará. Tsipras ha dejado claro que si ARYM no lleva a cabo los cambios necesarios, como se estipula en el acuerdo, se cancelará la invitación para unirse a la Alianza y el comienzo de las negociaciones para la adhesión a la UE.
Tampoco lo tendrá fácil el dirigente de Syriza en el frente doméstico. Una gran parte de la población griega se opone, en particular, influyentes representantes de la iglesia Ortodoxa. Y también su socio de Gobierno, Griegos Independientes, formación que ha reiterado que no admitirá una solución que implique la inclusión del término "Macedonia" en la designación del país vecino.
La nueva denominación debe ser aprobada en referéndum y ratificada por los parlamentos griego y macedonio, en un camino que se prevé largo y complicado.