Si usted es mayor de 65 años o persona dependiente, y tiene una vivienda en propiedad pagada, la vida le ofrece nuevas oportunidades: sólo tiene que vender su casa al banco a cambio de una línea de crédito, que puede cobrar cada mes o de una sola vez y destinar a lo que siempre quiso y no pudo, seguramente porque tenía que pagar la hipoteca al banco.
Es lo que se llama hipoteca inversa, que el Gobierno va a regular junto a la reforma de la Ley Hipotecaria y que puede ser un revulsivo social si tenemos en cuenta que la tercera parte de la población española será pensionista en el 2050, la gran mayoría con casa propia. En la actualidad, el 87 por ciento de los jubilados tiene su vivienda en propiedad y el 81 por ciento de ellos libre de cargas.
Para un jubilado va a ser verdad lo de coge el dinero y corre con la hipoteca inversa, con una ventaja añadida, que aunque venda su casa al banco de antemano, nadie le podrá echar de ella hasta el fin de sus días. Incluso sus herederos legítimos podrán quedarse con la casa, incluido el negocio que puede llegar a montar dentro, con pagar al banco la deuda que tuviera el fallecido.
Pero es más, sea de una vez o sea por medio de rentas periódicas, el cobro de ese crédito sobre el valor de su vivienda está libre de impuestos y no paga tampoco el doloroso 1 por ciento de Actos Jurídicos Documentados (AJD).
Falta desarrollo
La vivienda en propiedad se ha convertido en una verdadera institución en la economía española que el Gobierno quiere fomentar como inversión y como forma de ahorro en la jubilación a través de la hipoteca inversa. Pero no todo serán facilidades.
Es un producto por desarrollar y cada entidad podrá marcar sus condiciones: sólo se ofrecerá un porcentaje sobre el valor de tasación de la vivienda, tendrá coeficientes reductores importantes en virtud de la esperanza de vida del titular, habrá que tener en cuenta la evolución de los tipos, e incluso habrá entidades preocupadas por el impacto que en su reputación tenga la compra de pisos a ancianos para esperar a que mueran (pisos con bicho, los llaman).
Los técnicos de Economía que elaboran la norma saben que eso es así, pero no limitarán por ley los productos, más allá de unas fuertes obligaciones de transparencia y de claridad de cara a los clientes. La hipoteca inversa está poco desarrollada en España, pero es uno de los productos más utilizados en Reino Unido o Estados Unidos.