
El silencio del Ministerio de Hacienda en torno al nuevo modelo de financiación está haciendo perder las esperanzas a las comunidades autónomas, que ven como el apretado calendario del próximo año puede frustrar la aspiración de contar con un marco más adecuado que el que dejó José Luis Rodríguez Zapatero en el año 2009. La inestabilidad política en Cataluña, la negociación presupuestaria y el techo de gasto dominan el escenario hasta el parón veraniego. Después, en septiembre, arrancará una larga precampaña electoral, con los comicios regionales de mayo de 2019 en el horizonte, que a su vez dificultará las posibilidades de que haya un acuerdo político.
Es un calendario envenenado del que ya se hacen eco desde varias autonomías. El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, ha rebajado expectativas y se conforma ahora con reformar "cuatro o cinco aspectos" del actual modelo si no se logra un acuerdo para un nuevo marco por la situación catalana y la proximidad de elecciones. Desde Andalucía, y pese a que la presidenta Susana Díaz fue la que arrancó a Mariano Rajoy el compromiso de una convocatoria en mayo del Consejo de Política Fiscal, cunde también el desánimo. Lo expresa el principal socio regional del Gobierno, C's, cuyo portavoz, Juan Marín, ve "muy complicado" llegar en tiempo y forma al ansiado nuevo sistema. Más o menos en privado hasta media docena más de comunidades comparten esa visión, pese a que públicamente tanto los gobernantes regionales del PP como los del PSOE -especialmente la propia Díaz y el jefe del Ejecutivo valenciano, Ximo Puig- insistan en que hay tiempo y que el pacto es posible porque urge. Siempre, claro está, que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ponga encima de la mesa un documento para negociar que por ahora no existe.
Sin propuesta formal
"No nos llega ningún tipo de propuesta formal de manos del Ministerio", aseveran a elEconomista fuentes de una autonomía gobernada por el PP, partido que a su vez sustenta al Ejecutivo. Hace ya más de un mes que se celebró la última reunión del Comité Técnico del Consejo de Política Fiscal y Financiera, del que se supone que Hacienda iba a elaborar un documento de conclusiones a entregar a las autonomías en cuanto fuera posible. Pero, por ahora, el silencio. Sólo la promesa de Rajoy de convocar el Consejo de Política Fiscal en mayo, que avanza a toda prisa.
"Entendemos que se está esperando a la formación de Gobierno en Cataluña, aunque eso está por ver", advierten esas mismas fuentes, reconociendo cierto pesimismo en torno a la posibilidad de que, incluso si hay president, la situación se vaya a reconducir hasta tal punto que la Generalitat se siente en la mesa de negociación con la celeridad que el calendario exige. "No se puede olvidar la dificultad de pactar modelo sin contar con la primera economía de España", remachan.
Desde otra comunidad socialista que sale malparada en las balanzas fiscales se prefiere mantener la prudencia y no dar por enterrada la posibilidad de que haya nuevo modelo, si bien se asume que el Ejecutivo puede optar por "seguir demorando la cuestión". De propuesta, por ahora, nada. "El ministro no se refiere al tema. Y eso pese a que nuestra relación y nuestros contactos son fluidos", arguyen.
Cabe recordar que Hacienda lanzó el debate hace ya más de un año; encargó un informe a expertos; y después puso a debatir durante cinco meses a un órgano secundario del Consejo de Política Fiscal en el que solo se recogió el sentir general de las autonomías. Sin más. "El Gobierno nunca ha creído en la mejora del sistema", advierten, recordando que el propio Montoro "lanza el globo sonda de que ya no urge tanto la reforma porque hay más ingresos".
La inquietud no cesa
Este año, sin ir más lejos, la financiación mejorará de forma global en 4.000 millones de euros, pero ello por el incremento de la recaudación que dejan los impuestos y no porque el Estado vaya a dedicar más dinero a las regiones. El propio Montoro ya ha dicho en varias ocasiones que no pondrá más fondos si hay reforma.
Mientras, su gabinete reconoce que hay comunidades que están infrafinanciadas, como así demuestran las balanzas fiscales con Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia, Baleares y Madrid como peor paradas. Salvo en los dos últimos casos, las finanzas de estas regiones se encuentran en grave situación. Las deudas catalana y valenciana son las más elevadas de España, y Murcia cuenta con el déficit más abultado entre CCAA.
Un calendario muy apretado
La inestabilidad en Cataluña
El 22 de mayo es el último día en que el Parlament puede designar nuevo presidente. Sin propuesta, Cataluña afrontará elecciones, se prorrogará el 155 y ningún representante catalán se sentará a negociar la reforma. Por contra, si hay Govern, no está claro que pueda volver a la mesa con la celeridad que el calendario exige. Cabe recordar que Mariano Rajoy ha prometido reunir el Consejo de Política Fiscal este mismo mes.
Un junio de infarto
Las discusiones políticas de junio se centrarán en los Presupuestos, que deben aprobarse ese mes, y en la negociación del techo de gasto de 2019. Parece complicado que Hacienda pueda entrar a negociar un modelo en el que incluso los barones del PP prometen "jugar fuerte".
Parón veraniego
Una posibilidad no descartable es que Montoro lance el debate en verano. Algunas autonomías recuerdan que los Presupuestos de 2016 se tramitaron en periodo estival, si bien se ve poco viable que la nueva financiación pueda resolverse en apenas dos meses.
Septiembre y precampaña
Con la vuelta de septiembre, arrancarán la precampaña electoral de las autonómicas, municipales y europeas y el consiguiente baile de nombres, haciendo casi imposible el acuerdo entre los dos grandes, PP y PSOE.