Economía

Trucos caseros para capear la crisis: 'Busque, compare y si encuentra otro mejor...'

Está claro, estamos en crisis y no nos queda otra que asumirlo de la mejor manera posible y no dejarnos llevar por el miedo. Los gobiernos y las instituciones mundiales manejan los hilos de la economía internacional de la que depende nuestra calidad de vida, pero sólo nosotros somos dueños de controlar la economía doméstica con pequeños trucos que pueden hacer que nuestro bolsillo no esté vacío a finales de mes. Veamos algunos consejos que de manera sencilla pueden suponer un ahorro y de camino nos sirven para optimizar los recusos y cuidar el medio ambiente.

El hogar, fuente de despilfarro

Si echamos un vistazo a las decenas de facturas que llegan a nuestro buzón cada mes, nos damos cuenta que gran parte del salario va directo a pagar el gas, la luz o el agua... Pues bien, reducirlas es bastante fácil y tan sólo necesita un poco de concienciación y cambiar ciertas actitudes como ducharse en lugar de bañarse, llenar al completo la lavadora o el lavavajillas cuando los usamos o cerrar el grifo mientras nos lavamos los dientes...

Respecto a la calefacción, ¿sabía que por cada grado que subimos el termostato, el consumo se elevará entre un 5 y un 7%? Así que nuestro consejo es que tenga una temperatura de 21º y que apague la calefacción por la noche, ya que el gas es una de las facturas que más esfuerzo nos supone. Igualmente hay que tener cuidado con no tener luces de la casa encendidas de manera innecesaria, cambiar las bombillas por otras de bajo consumo y coger costumbres tales como apagar el standby del televisor cuando está apagado o desenchufar el cargador del móvil cuando lo hayamos usado.

La lista de la compra es básica

En tiempos de crisis la cesta de la compra también se resiente, pero tan sólo hay que evitar caprichos innecesarios. Por lo demás, lo más importante para ahorrarnos algúnos euros es comparar precios en los distintos supermercados y elegir el más barato, y pasarnos a las marcas blancas que por lo general no suponen pérdida de calidad del producto. Y aunque suene a mito...¡ir a hacer la compra con el estómago lleno!, tampoco está de mas que llevemos un lista con los productos que realmente necesitamos, para no cometer excesos.

También existen otras opciones para rebajar un poco la factura, como son las tarjetas de fidelización de los supermercados, que suelen ofrecer descuentos, o aprovecharse de las ofertas 2x1 tan comunes estos días.

La factura del móvil, un dolor de cabeza

¿Quién no se ha sufrido un susto mayúsculo al ver la factura del móvil? Quizás pasar de contrato a prepago para controlar el gasto sea una medida algo radical, pero debemos tener claro cuál es nuestra tarifa y horario de precio reducido para saber las horas más baratas para realizar nuestras llamadas.

Otra buena medida es llamar a los teléfono fijos desde casa, ya que la mayoría de las operadoras de Internet ofrecen tarifa plana. También es buen momento para revisar qué operadores ofrecen unas tarifas más adecuadas a nuestras necesidades.

Menos ocio, al menos de pago

Lo primero que eliminamos de nuestra vida cuando llegan malos tiempos son los lujos...y parece ser que para muchos el ocio se ha convertido en uno. Principalmente debemos evitar las comidas fuera de casa por placer; y en el caso del trabajo, si no es posible usar el método 'tupper', lo mejor es optar por un restaurante de menú donde el precio ya está cerrado.

Respecto al gimnasio, existen dos opciones igualmente válidas si realmente estamos motivados a hacer deporte. Por un lado cambiarse a un gimnasio municipal, gestionados por los ayuntamientos, que son mucho más baratos que los privados, o irnos a correr al parque más cercano, que es hasta más entretenido...

A la hora de planificar el fin de semana, actividades como el teatro o viajes al extranjero han quedado relegadas a un segundo plano debido a su elevado precio, por lo que el cine en casa o la lectura parece que se han convertido en un 'plan b' para disfrutar del tiempo libre.

Otra opción es estar atentos a la agenda cultural de los ayuntamientos donde residimos, ya que ofrecen de manera gratuita múltiples espectáculos que no tienen nada que envidiar a aquellos por los que sí pagamos dinero. Si lo que nos apetece es viajar, podemos contratar ofertas de última hora en Internet o hacer turismo rural que, a bajo precio, ofrece grandes posibilidades de diversión en contacto con la naturaleza.

Compras, ¡espere a las rebajas!

El afán consumista de estar a la moda nos invita en exceso a renovar el vestuario con más frecuencia de la necesaria, así que en estos momentos hay que 'ajustarse el cinturón' y comprar lo extrictamente necesario, ya que en un mes llegarán las rebajas de enero.

Si realmente necesitamos comprarnos ropa o calzado, existen diversos outlets en las grandes ciudades donde comprarlos rebajados con alguna pequeña tara o de otras temporadas, pero con grandes descuentos.

Como consejo, también es un buen método psicológico pagar nuestras compras con dinero en metálico, ya que al pagar con tarjeta no tenemos la sensación de gastar dinero, pero más tarde o más temprano nuestra cuenta lo notará....

Coche, cuanto menos mejor

La primera premisa a la hora de hablar del coche, aunque para algunos sea inevitable, es usarlo lo menos posible. Debemos optar siempre que se pueda por el transporte público, ya que la gasolina constituye una fuente de gasto muy importante, sin hablar del daño ambiental.

Además si ya no tenemos posibilidades económicas para ir al gimnasio...¿por qué no empezamos a usar la bicicleta? Coste cero en desplazamientos y deporte...¡eso sí que es sacarle partido a la crisis! Si no tenemos más posibilidades que coger el coche, es importante saber qué gasolineras son las más baratas de tu localidad, tal y como ofrece el Ministerio de Industria en su página web.

¿Miedo a las finanzas?

Si estamos al tanto de la actualidad financiera, Internet es un buen lugar para informarse de las distintas ofertas que nos ofrecen los bancos para 'ganar' dinero: aproveche las promociones para domiciliar su nómina, reparta sus ahorros en diversos depósitos con una alta rentabilidad, intente no acudir a cajeros que no sean el de su banco para sacar dinero ya que tendrá que pagar comisión y ante todo busque cuentas que no le cobren por el mantenimiento, las tranferencias, etc..

En definitiva, hay que aplicar a todos los aspectos de la economía doméstica un viejo lema que nunca pasará de moda, estemos o no en época de crisis: "Busque, compare y si encuentra otro mejor, cómprelo".

¿Tiene algún consejo más para ahorrar durante la crisis? Deje su comentario y compártalo con los lectores de elEconomista.es.

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