
Ni el procés, ni la fuga de empresas, ni la pérdida de confianza de los inversores han tenido especial impacto en la evolución de la economía catalana, que creció un 3,3 por ciento en 2017, dos décimas por encima de la media de España, que cerró el ejercicio con un 3,1 por ciento más de riqueza nacional. Pese a lo temido por muchos analistas, el efecto sobre la economía ha sido puntual y se ha visto compensado por el buen comportamiento de la industria y exportaciones, en espera de ver qué ocurre con los datos del primer trimestre de 2018.
Cataluña fue una de las nueve comunidades autónoma que crecieron por encima del 3 por ciento el año pasado, según los datos publicados ayer por el INE. Aragón se situó a a la cabeza, con un alza de su PIB del 3,6 por ciento, seguida de Asturias (3,5 por ciento), la Comunidad de Madrid (3,4 por ciento), Murcia (3,3 por ciento) y Cataluña, que conservó el quinto puesto del ranking. Cantabria (3,2 por ciento), Comunidad Valenciana (3,2 por ciento), y Galicia y País Vasco, que igualaron la tasa de crecimiento nacional al registrar un alza del 3,1 por ciento de su PIB, tambiñén estuvieron por encima de la media. Castilla y León, La Rioja y las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta son las que quedaron más rezagadas.
Respeto al PIB per cápita, España tocó en 2017 la mayor riqueza por habitante de su historia, 24.999 euros, y supera ya máximos precisis. El aumento del PIB respecto a 2016, de un 3,8 por ciento más, fue el segundo más alto registrado en la última década, solo superado por el alza de 2015, cuando subió un 4,2 por ciento.
En el reparto regional, la Comunidad de Madrid se situó en el primer puesto, 33.809 euros, seguido de País Vasco (33.088 euros), Navarra (30.914 euros), Cataluña (29.936 euros), Aragón (27.403 euros). De hecho, 11 de las 17 comunidades autónomas han registrado en 2017 el mayor PIB per cápita de su historia, superando valores de 2008.