
España ha salido de la crisis, abandonará este año el procedimiento de déficit excesivo y tiene por delante varios años de crecimientos superiores al 2%. La música suena bien, pero si nos detenemos en la letra el panorama no es tan optimista. Según un informe de la consultora Llorente & Cuenca elaborado por el exministro socialista Jordi Sevilla, la economía del país arrastra retos pendientes que afrontar este año.
Entre ellos, la reforma de la financiación del sector público y la sostenibilidad de las cuentas del Estado, que este año saldrán del protocolo de déficit excesivo con "un sacrificio de crecimiento futuro por la vía de la reducción de la inversión pública" y de un exceso de deuda pública, que "ha crecido de forma exponencial desde el comienzo de la crisis", pasando de un 35% del PIB a rondar el cien por cien, destaca el estudio.
Para Sevilla, la solución a los desequilibrios de las cuentas públicas pasan por una "profunda revisión de la eficiencia de los ingresos y gastos públicos" a través de una reforma tributaria que no comprometa al crecimiento económico. En concreto, plantean la creación de nuevos impuestos relacionados con el medio ambiente y reducir los beneficios fiscales de determinadas deducciones y bonificaciones. Además, el informe reclama afrontar la reforma del sistema de financiación autonómica, una nueva estrategia presupuestaria que conduzca a un superávit primario para reducir la deuda pública, e introducir un impuesto finalista para financiar la Seguridad Social.
La inacción política
Para Sevilla el mayor riego en 2018 proviene "del ámbito político". Por la crisis política que se vive en Cataluña y por la incapacidad del Go-bierno por adoptar decisiones y afrontar los retos pendientes. "El mayor riesgo para España es no hacer nada", advirtió el economista durante la presentación ayer del informe, donde estuvo acompañado de varios ex del PSOE, como Manuel de la Rocha o Juan Moscoso.
Junto a la reforma del sector público, la consultora plantea otros cuatro retos económicos pendientes. Dos miran al pasado: crear más y mejor empleo, atajando la temporalidad y alcanzando un pacto salarial que acabe con la devaluación de los sueldos, y reducir la pobreza y la exclusión social. "Hemos salido de la crisis, pero hay gente que sigue viviendo en la crisis", verbalizó Sevilla. Y dos desafíos a futuro: reducir las emisiones contaminantes para luchar contra el cambio climático e impulsar la digitalización de la economía.