La incertidumbre ante la crisis económica hace que los españoles echen mano de la videncia para vislumbrar un futuro que a veces no es muy prometedor ante una tasa de paro del 12,8% y una economía que parece no levantar cabeza. En los últimos meses los videntes han notado cómo las consultas respecto al trabajo, los negocios, la hipoteca y la economía en general se han disparado.
Podemos recurrir al péndulo, al tarot, las estampitas o ceremonias colectivas como rituales de la abundancia donde se le pide suerte a los cuatro elementos. Y la suerte, en estos tiempos de crisis, se necesita, sobre todo, para el bolsillo.
Los empresarios se sientan con las tarotistas a ver qué dicen las cartas sobre su negocio, sobre su hipoteca. Antes, con la nevera llena y sin muchos apuros a final de mes, se preguntaba sobre el amor y la amistad. Ahora parece que tendrán que esperar a tiempos mejores.
