
Uno de los proyectos estrella del ministro de Economía, Luis de Guindos, ha encallado en el fisco. Se trata de la estrategia para aumentar el tamaño de las empresas, hecho clave para que el tejido productivo español apueste de una manera más decidida por la internacionalización. El proyecto, presentado en el Congreso el pasado mes de julio, se ha frenado en seco sin que haya una fecha definida para su aprobación, tal y como reconocen a elEconomista fuentes cercanas al propio Guindos.
El sector exportador teme que el parón, que Economía achaca "a la maraña de trasposición de directivas europeas que tenemos por delante", tenga que ver en realidad con el Ministerio de Hacienda. Y es que el plan de Guindos pasaba -y pasa aún- por eliminar umbrales que desincentivan que las empresas quieran ser más grandes, y que tienen mucho que ver con el fisco y con la recaudación de impuestos.
"Estamos hablando de dos umbrales claros: las empresas de 50 trabajadores o más, y las que facturan más de seis millones anuales, deben declarar mensualmente el IVA, las retenciones del IRPF, Sociedades o la Renta de No Residentes. No parece que exista voluntad real de que esas compañías puedan hacer sus declaraciones de manera trimestral, Hacienda prefiere llevar un control mucho más férreo, cree poder recaudar más dinero así", explican a elEconomista desde una patronal de referencia entre exportadores y que en su momento fue consultada para elaborar la norma.
Esa misma fuente recuerda que las empresas más pequeñas carecen de recursos -económicos y de personal- para contar con un departamento propio que asuma tareas legales y fiscales con una periodicidad tan exigente como la mensual. "Por eso hay veces que prefieren facturar un poco menos o quedarse en 49 trabajadores", advierte, Y de ahí, tal y como reflejan los informes del Ministerio de Economía, que solo un 2% de las empresas supere ese tamaño en España, la tercera tasa más baja del mundo desarrollado, solo por detrás de la italiana y la neozelandesa.
FMI y Bruselas presionan
El FMI deja claro que la baja productividad de la economía española se explica en parte "por el predominio de empresas pequeñas y poco productivas" que tienen "más dificultades" para exportar e innovar. La Comisión apunta en dirección parecida, con un tamaño empresarial medio español de 4,7 trabajadores frente a los 12 en Alemania y Reino Unido o los 6 de Francia.
Pese a que la exportación ofrece buenos datos -se vende fuera por valor de 275.000 millones, cifra jamás alcanzada-, la fortaleza del euro y la propia recuperación, que puede propiciar que el sector privado vuelva a centrarse en territorio doméstico, amenazan con frenar esa positiva tendencia. Y de ahí la preocupación del sector de la exportación.
Hacienda, aún así, rechaza de plano estar parando esa iniciativa y recuerda que hay numerosas medidas en stand by, una de ellas los Presupuestos.