Economía

La inversión pública caerá a su menor nivel en 23 años sin los Presupuestos

La Administración solo dedicará 22.000 millones a esta área, un 52% menos que antes de la crisisHacienda desmiente que haya ordenado un recorte del 50% de los créditos de los Ministerios

La prórroga presupuestaria amenaza con dejar la inversión pública al nivel de la del año 1995 pese a la recuperación económica que vive España. Según datos de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), el año pasado el volumen de inversión se situó en el 1,9 por ciento del PIB, equivalente a 22.000 millones. Esa cifra se replicará en 2018 en ausencia de nuevas Cuentas e incluso podría quedar por debajo, dado que el Ministerio de Hacienda obligará a los ministerios a pedir permiso para ejecutar gasto una vez superen el límite del 50 por ciento de la cantidad comprometida para todo el ejercicio.

El bajísimo nivel de inversión pública, herramienta útil para animar el empleo e incentivar la economía, es motivo de preocupación para no pocos agentes económicos. El Banco de España ya advirtió sobre ello, al igual que hizo la Autoridad Fiscal (AIReF). Su presidente, José Luis Escrivá, llegó a decir que estaba "pinchando hueso" y muy por debajo de la media europea.

Y es que los datos reflejan una situación preocupante: los 22.000 millones de 2017 -y de 2018- no llegan ni a cubrir la mitad de los 46.700 millones empleados por José Luis Rodríguez Zapatero en los inicios de la crisis. El desplome sobrepasa el 52 por ciento en apenas nueve años, y hay que remontarse a mediados de los años 90 para encontrar cantidades similares. Entonces, además, la situación era menos preocupante, pues si bien la cantidad era parecida, en porcentaje sobre PIB se situaba por encima del 4 por ciento, más del doble que ahora.

Si la prórroga presupuestaria continúa todo el año, el Ministerio de Fomento, el más inversor, apenas contará con 3.600 millones para 2018 -la cifra se eleva hasta 7.500 millones teniendo en cuenta a las empresas del Grupo Fomento-. El ferrocarril volverá a ser el principal destinatario de la inversión con 3.056 millones, y se situará muy lejos del periodo de bonanza económica, cuando las partidas presupuestarias cuadriplicaban esa cantidad (11.591 millones en 2007).

Por su parte, el Ministerio de Agricultura podrá invertir 940 millones, por los 183 millones de Justicia y los 119 millones de Interior. Está por ver qué sucede con Defensa, que el año pasado tuvo que dedicar créditos de 1.818 millones para programas de armamento.

El sector de la obra pública, el más afectado por la atonía inversora de la Administración, esperaba un 2018 de reactivación. Primero, por el PIB, que inicia su cuarto año seguido con un avance superior al 3 por ciento; segundo, por la mejora del déficit, al borde de bajar del 3 por ciento; y tercero, por los compromisos del ministro Íñigo de la Serna con obras como la del Corredor Mediterráneo.

Más control de Montoro

El día de ayer se vivió con especial intensidad por parte del citado sector, ya que por la mañana varios medios se hicieron eco de un supuesto acuerdo de Hacienda por el cual se limitaban al 50 por ciento cuatro partidas de gasto ministeriales, entre ellas la de inversiones reales.

El Gobierno salió al paso por la tarde, con el portavoz Íñigo Méndez de Vigo negando la mayor, y con el propio gabinete de Cristóbal Montoro haciendo lo propio, cuando PSOE y Podemos ya habían pedido explicaciones urgentes en el Congreso. Hacienda informó de que su acuerdo únicamente implica que los citados Ministerios tendrán que pedir autorización una vez superen el 50 por ciento del gasto comprometido, medida típica en época de prórroga de Presupuestos "y común en otros países" como medida de control.

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