El Gobierno ha tomado conciencia de que el mayor cambio estructural del que se ha beneficiado la economía española a lo largo de la última década llega del sector exterior. Por eso, y a través de la Estrategia de Internacionalización 2017- 2027, presentada ayer en el Congreso por la Secretaria de Estado de Comercio, María Luisa Poncela, se ha fijado objetivos sumamente ambiciosos para los próximos años.
El que más, el de aumentar las exportaciones un 48%, de los 271.000 millones de euros que factura ahora según los últimos datos disponibles, hasta 400.000 millones en diez años.
"Tenemos que conseguir que el cambio sea estructural", aseveró Poncela durante la presentación de la Estrategia, tras recordar que la tasa de crecimiento anual de nuestro sector exterior es del 1,7% y el aumento de las ventas a otros países supera el 9% este año. "Nuestras exportaciones representan el 33,1% de nuestro PIB, ocho puntos más que en 2007", manifestó, tratando de hacer entender que el aumento deseado en los próximos años no es imposible.
Más allá, el plan del Gobierno pasa por conseguir un aumento del 20% del número de empresas que exporta regularmente. Ahora son 50.000 y deben ser 60.000 en 2027, algo que se puede lograr focalizando la atención en las pymes, ya que a día de hoy "esas ventas se concentran en un número reducido de empresas y entre ellas hay muy pocas pequeñas y medianas".
Por último, serán también objetivos los de lograr 650.000 millones en licitaciones en el exterior, a lo largo de la próxima década, y atraer inversión directa por valor de medio billón de euros.
Mejorar la información
La Estrategia de Internacionalización se desarrollará a través de planes bienales. El primero de ellos, que discurrirá entre este y el próximo ejercicio, tratará de ofrecer apoyo a las empresas en función de su tamaño, poniendo el foco en las de dimensión más reducida.
Se hará hincapié especial en la formación, en la incorporación de la tecnología y la innovación al sector ecterior y en la mejor difusión tanto de los acuerdos comerciales de los que se beneficia España como socia de la Unión Europea; y de los numerosos instrumentos públicos de ayuda a la internacionalización que existen en nuestro país, como son el Icex, Cesce o Cofides.
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