
Barcelona, 22 nov (EFE).- La Semana Mediterránea de Líderes Económicos (MedaWeek) ha arrancado hoy en Barcelona con el lema "La fuerza de la diversidad, nuestro poder económico", y hasta el día 24 pondrá de manifiesto la importancia de la diversidad en el desarrollo económico del Mediterráneo.
El coordinador de la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria del Mediterráneo (Ascame), Anwar Zibaoui, ha destacado que durante esta semana se celebrarán más de 60 sesiones de trabajo, con más de 200 ponentes y la participación de mil empresarios y 500 representantes de organizaciones que van a celebrar sus asambleas y reuniones en el marco de la MedaWeek.
Zibaoui ha apuntado la "posición estratégica" que ocupa Barcelona como modelo de referencia para el diálogo, el intercambio y la integración y ha afirmado que, pese a los momentos de incertidumbre que vive, siguen confiando en la ciudad como "centro del mediterráneo".
Para Zibaoui, la MedaWeek es una "necesidad" para mejorar el nivel de información y conocimiento del Mediterráneo, para impulsar la integración, factor indispensable para el crecimiento económico, para impulsar programas de desarrollo, resaltar el papel de las mujeres en la economía de la región, consolidar patrones de crecimiento e impulsar nuevos sectores.
En la actual edición, se va a hablar sobre diversidad como "gran revulsivo de crecimiento" y sobre cómo las diferencias culturales, religiosas o económicas pueden ser una "fuente de riqueza" si se respeta la igualdad y la diversidad.
Zibaoui ha apostado por adoptar medidas concretas a favor del comercio, los flujos de capitales y de personas porque Europa sigue siendo el primero socio de los países mediterráneos, con intercambios por valor de 345.000 millones anuales.
El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, ha destacado que han pasado 22 años desde la llamada declaración de Barcelona, que quería posicionar el Mediterráneo como eje de crecimiento global.
Ha lamentado que esa gran ambición no se ha logrado y ha abogado por que la UE retome los objetivos de la declaración de Barcelona para que el Mediterráneo no sea una brecha entre dos mundos, sino una zona común, a la vez que ha apostado por un nuevo marco de cooperación entre Europa y la región.
"Hay que actuar", ha dicho Valls, que ha pedido un plan para el impulso de la economía y la puesta en marcha de un programa que exija la creación de un espacio económico mediterráneo.
Por su parte, Josep Antoni Duran i Lleida, actual presidente del consejo asesor de la MedaWeek, ha puesto de manifiesto la necesidad de "exprimir" todo el potencial de la región y ayudar a resolver los problemas del Mediterráneo, "que no son pocos".
Ha destacado la "triple vocación, hispana, mediterránea y europea, de Cataluña" y que los actuales problemas políticos "pasarán" y la "triple vocación seguirá".
Duran ha dicho que entre los objetivos de Europa debe de estar que el Mediterráneo sea un "puente" por el que fluye la cultura y la paz, por lo que ha apostado por invertir más en cooperación, en comercio y en economía y que la integración norte-sur se asiente en el progreso y la seguridad, como mejor arma contra el terrorismo, y la cooperación entre ambas orillas.
El presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, ha mencionado algunos de los desafíos de la región, como la inmigración ilegal, el terrorismo o el paro juvenil, a la vez que ha destacado el "fundamental papel" del sector privado, que necesita mercados abiertos que impulsen la competencia interregional, entornos económicos atractivos seguros y estables, con instituciones fuertes y eficaces y un adecuado sistema de infraestructuras.
El presidente electo de Ascame, Ahmed M El Wakil, ha destacado la fuerza de todos los países del Mediterráneo para promover juntos el desarrollo de las inversiones y la creación de empleo.
El secretario general de la Federación Mundial de Cónsules, Nikolaos Margaropoulos, que ha firmado un acuerdo de colaboración con Ascame, ha reconocido la importancia de la zona mediterránea, tanto en la búsqueda de la paz como en el desarrollo.
Para el representante de la Unión por el Mediterráneo (UpM), Said Bhira, la cooperación con el sector privado y el crecimiento económico son esenciales para "una verdadera integración" en la región.
El presidente del Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed), Senen Florensa, ha destacado la importancia del diálogo para reforzar la región y que la fuerza de la diversidad complementa a ambas orillas del Mediterráneo.
El sur necesita inversiones de capital, tecnología y turistas mientras que Europa precisa energía y jóvenes dispuestos a trabajar, lo que supone una "magnifica oportunidad de cooperación entre la orilla norte y la sur", ha recalcado.
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