
Despedimos el mes de mayo después de conocer recientemente como la economía de Estados Unidos creció un 1,2% en el primer trimestre del año. Un cifra que se aleja del objetivo de la administración del presidente Donald Trump, que siente la base de su agenda en la asunción que el país crecerá a un ritmo del 3% durante los próximos años gracias a una reforma fiscal, la inversión en infraestructuras y una regulación más laxa. Una meta que mucho expertos consideran difícil de alcanzar.
La expansión de la economía americana sopla en junio su octavo cumpleaños, lo que implica que la actual recuperación desde la última recesión económica encadena ya 96 meses de crecimiento positivo. Es decir, estamos hablando de la tercera era de crecimiento más larga desde la II Guerra Mundial en un momento en que la media de las últimas once expansiones económicas precedidas por una recesión se sitúa en 58 meses de avances en el PIB.
De todas formas, si analizamos el crecimiento acumulado desde junio de 2009 hasta el primer trimestre de 2017, la economía de EEUU acumula un avance del PIB del 17,5%, un nivel que se aleja, y bastante, de otras comparativas históricas. Según señala Sam Stovall, estratega jefe de CFRA, este crecimiento aculado por la economía se sitúa como el séptimo si lo comparamos con el resto de expansiones registradas desde la II Guerra Mundial. De hecho quedaría por debajo de la media acumulada, que alcanza el 25%.
En estos menesteres, el periodo de mayor crecimiento económico en EEUU se produjo entre 1961 y 1969, todavía bajo la sombra de la Guerra de Vietnam, cuando el país registró una expansión acumulada del 53%. Por el contrario, el crecimiento más débil, de un total del 4,4%, tuvo lugar en la miniexpansión registrada entre 1980 y 1981, de acuerdo al informe distribuido por CFRA.
Si observamos otras referencias económicas, como la tasa de paro, actualmente en 4,4% y a la espera de conocer la última lectura de mayo el próximo viernes, este nivel es el quinto más bajo durante un periodo de expansión económica desde el fin de la II Guerra Mundial situándose entre el 2,6% registrado en julio de 1953 y el 7,2% alcanzado en el mismo mes de 1981.
Con respecto a la inflación y los precios, si tomamos como referencia la inflación subyacente anual registrada en abril del 1,9%, este nivel es el segundo más bajo desde los mínimos julio de 1953 pero se mantiene alejado de la inflación subyacente registrada en enero de 1980 que llegó a registrar un incremento interanual del 12%.