Llegó la hora de la verdad para el Gobierno. Esta semana necesitará mayoría absoluta para que los Presupuestos Generales del Estado superen el trámite parlamentario del Congreso y sean remitidos al Senado. No sucede como a principios de mayo, cuando el Ministerio de Hacienda pudo sortear las enmiendas a la totalidad de la oposición con la mitad de los votos del hemiciclo. Ahora necesita un respaldo más, que llegará de manos del diputado Pedro Quevedo, de Nueva Canarias (cerró el pacto con el Gobierno el viernes en La Moncloa y ayer fue aprobado por la Ejecutiva del partido).
De cualquier manera, el Grupo Popular tendrá que esforzarse para que ni uno solo de sus diputados y de los de Ciudadanos, PNV, CC y NC falte al hemiciclo o se equivoque en la votación del dictamen que ha emitido la Comisión de Presupuestos. Porque un mero despiste puede enviar el proyecto al cajón, ya que PSOE, Podemos y sus confluencias, ERC, PDeCAT y Bildu han confirmado que su voto será negativo.
De prosperar el proyecto, será visto en el Senado durante las próximas semanas sin sobresaltos, pues en la Cámara Alta el PP mantiene la mayoría absoluta. Será entonces cuando vuelva al Congreso y se vote definitivamente en la segunda quincena de junio, en otro pleno en el que el Gobierno necesitará mayoría absoluta.
Una vez aprobadas, las Cuentas, entrarán en vigor y los funcionarios verán revalorizado un 1% su salario para este año. De igual forma, las Administraciones Públicas podrán convocar hasta 67.000 plazas para convertir puestos temporales en fijos. Por último, se prepararán los desembolsos extra para las comunidades autónomas, de 5.382 millones de euros este año.
