
El primer ministro británico, Gordon Brown, ha señalado que el Fondo Monetario Internacional (FMI) debe tener una mayor participación en los problemas generados por la crisis. Brown ha propuesto al organismo que utilice "ya" los 250.000 millones de dólares de los que dispone y ha reclamado un "sustancial" incremento de los recursos destinados a ayudas para evitar un "contagio" masivo de la crisis. Unas medidas que ha apoyao el presidente francés Nicolás Sarkozy.
En una intervención en su residencia oficial tras el Consejo de Ministros, Brown apostó por emplear ya los 250.000 millones de dólares con los que el FMI ha reconocido disponer y dirigirlos a reducir este "riesgo de contagio", especialmente para los países del Este, que están sufriendo ya de forma importante los efectos de la contracción de los mercados.
Partidas insuficientes
En este sentido, el Fondo Monetario cuenta con un acuerdo general bajo el que países con amplias reservas de dinero deben realizar aportaciones económicas mediante la fórmula del préstamo a los socios en dificultades financieras. Sin embargo, para el mandatario británico, la actual partida de este fondo "puede que no sea suficiente".
"Tenemos cada vez más claro que no podemos retrasarlo y que necesitamos recursos adicionales sustanciales a los 250.000 millones que el FMI ya tiene a disposición", advirtió, ante las consecuencias de una crisis que obliga a un "nuevo acuerdo de financiación a partir de los recursos de los países con reservas sustanciales para reforzar las partidas a disposición de esos países que precisan del apoyo" del organismo internacional.
Así, consideró que "salir de estos tiempos de dificultades de forma limpia" pasa por "prevenir el contagio internacional" y, en consecuencia, antes de partir a París para una reunión privada para analizar la crisis con el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, declaró que "hay que tomar decisiones para este nuevo fondo inmediatamente".
Arcas saneadas: China y Golfo Pérsico
Al respecto, no descartó que Reino Unido acometiese una aportación, pero consideró que en todo caso el bruto debe proceder de las arcas más saneadas, concretamente China como representante de las economías emergentes y los estados árabes del Golfo Pérsico que no se han visto sacudidos debido a sus reservas de petróleo. "Está en el interés de cada nación y de las familias trabajadoras de todos los países que el contagio financiero no se extienda", advirtió.
Al respecto, recordó que en los últimos días la crisis se ha hecho patente en países de ingresos medios, en especial los de Europa del Este, actuales "víctimas potenciales", y consideró necesario "estabilizar las economías" de la zona con medidas que dijo haber estudiado en conversaciones con personalidades como el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn; el propio Sarkozy; o la canciller de Alemania, Angela Merkel.
En su opinión, "está claro que la comunidad internacional en su conjunto debe tener un interés en parar este contagio y prevenir el empeoramiento de la crisis global". Una aspiración que convierte en "vital" que las autoridades internacionales, "particularmente el FMI, jueguen un rol central en el apoyo de esas economías en este momento". "Ya ha dado pasos para ayudar a Hungría y Ucrania, pero creo que se necesita un acercamiento más pormenorizado", añadió.