
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) denunció ayer que los Presupuestos de 2016 inflaron los ingresos en 28.000 millones de euros.
Su presidente, José Luis Escrivá, aprovechó su comparecencia en la Comisión del ramo del Congreso para cargar duramente contra el Gobierno por este desvío, por su "exceso de optimismo" y por elaborar una cuentas tan alejadas de la realidad. A esto hay que añadir que, según el organismo, España tiene un déficit estructural del 2,5% del PIB (25.000 millones) que no asegura la sostenibilidad de la deuda.
Escrivá explicó que de esos 28.000 millones de euros de desvío en la previsión inicial de ingresos sobre lo que finalmente se recabó, 13.600 millones de euros procedían de las cotizaciones sociales. Así, dejó claro que el desvío en Sociedades (que cifró en 12.000 millones) no se justifica ni por los cambios normativos en el tributo, ni por la evolución de la economía. "Los errores de planificación en Sociedades y en las cotizaciones sociales no tienen una explicación evidente", sentenció.
Al mismo tiempo, el responsable del organismo fiscalizador hizo hincapié en que la reforma fiscal aprobada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy tuvo mayor impacto de lo previsto en el IRPF. En concreto, fue de 4.487 millones, es decir, de 2.290 millones más de lo calculado.
"Hacer Presupuestos tan alejados de la realidad termina generando desviaciones muy grandes, que luego hay que explicar a las autoridades internacionales", con el impacto que en su opinión acaba teniendo sobre nuestra credibilidad.
Escrivá incidió en que la política fiscal en España no contribuye a estabilizar el ciclo, sino que "cuando las cosas van mal amplifica el deterioro y cuando van bien es neutral o expansiva". Indicó, además, que su orientación ha sido neutral los tres últimos años.
El presidente de la AIReF se declaró "incapaz de evaluar la regla de gasto" y reclamó su reforma para aplicarla como hacen otros países de Europa. Así, pidió que este instrumento se homologue al de otros países europeos.