
Lleida, 25 oct (EFE).- Las empresas panificadoras que esta semana han participado en Lleida en unas Jornadas Técnicas de la Asociación Española de Técnicos Cerealistas prevén un repunte del consumo del pan en España a consecuencia de la crisis, al tratarse de un alimento de los más baratos y accesibles para la población.
Durante una mesa redonda destinada a analizar el presente y el futuro de la panadería en España, los expertos participantes, pertenecientes a diferentes empresas relacionadas con el sector del pan, como Harinera Castellana, Tecpan, Ceopán, Salva Group o Bimbo, coincidieron que el momento actual de crisis económica es un buen momento para fomentar el consumo del pan.
Un consumo que, según los datos presentados durante las jornadas, ha descendido en un 60 por ciento durante los último cuarenta años, hasta situarse en unos 50 kilos por persona y año.
La "mala prensa" que en opinión de las empresas se ha hecho al pan durante las últimas décadas, presentándolo como un alimento calórico poco saludable es, según los expertos del sector, una de las principales causas del descenso del consumo de este alimento.
Además, según apuntaron, a pesar de que desde el año 2000 ha habido un incremento de población de cinco millones de personas, este aumento se ha producido por la llegada de inmigrantes procedentes de países en los que no hay tradición de consumo del pan.
Esta situación ha llevado a que, según datos presentados durante las jornadas, de los 23.000 obradores y 10.000 pasteleros que había hace ocho años, en la actualidad sólo queden unos 15.000 profesionales sumando los dos sectores.
Además, la panadería está perdiendo terreno en favor de la bollería, ya que de esos 15.000 negocios, un 41% son sólo panaderos, un 38% son panaderos que también elaboran pastelería, y un 21% se dedican a la pastelería pura.
La llegada a España hace 15 años de la industria de masas congeladas y la falta de mano de obra experimentada son, según los expertos, otras de las causas que han llevado a la desaparición de muchos obradores de pan.
Por todo ello, los panaderos están buscando fórmulas que permitan incrementar el consumo de pan aprovechando la coyuntura de crisis dado que, según señalan, se trata de un alimento económico y fácil de introducir entre la población recién llegada.
Las estrategias para conseguirlo explicadas durante las jornadas pasarían por dar una mayor información a los médicos y dietistas sobre el pan, para que fomenten su consumo entre la población, buscar fórmulas de mejora de la calidad, el aroma y el sabor del pan, e innovar creando nuevas variedades que se adapten a los gustos de los consumidores.
Sin embargo, los expertos del sector no se ponen de acuerdo sobre lo que hay que hacer respecto al pan congelado.
Así, mientras los panaderos artesanos defienden la calidad del pan tradicional y apuestan por dignificar la profesión volviendo a la producción tradicional y no intensiva que permita recuperar "el sabor del pan", los industriales de masas congeladas acusan a los primero de no adaptarse a lo que demanda el público, que es pan recién hecho y caliente.
Los representantes de la industria de masas congeladas abogan, asimismo, por que se llegue a un acuerdo que lleve a las panaderías tradicionales ofrecer este tipo de pan para poner fin a la red paralela que se tuvo que crear tras la introducción de este sector de negocio.